
Cuando
llegó la detective Noemí, en la habitación estaban el juez, un policía y el forense
que acababa de examinar el cuerpo de Manuel Olmedo, uno de los socios y dueños
de la empresa, que se encontraba acostado sobre un sofá en el despacho de su
oficina, con el cráneo roto, rodeado de una gran mancha de sangre, papeles revueltos
y libros tirados por el suelo.
-
Fue golpeado fuertemente en la parte posterior de la cabeza, unas tres o cuatro
veces con la culata de una pistola del calibre 45, que encontramos en el suelo sobre
unos papeles -le informó el forense-. Parece ser que se trata de un robo ya que
todos los papeles están revueltos y la caja de seguridad, que se encontraba detrás
de la estantería, la han forzado y se han llevado su contenido -indicó el policía.
-
¿Han llamado a los familiares? -les preguntó la inspectora-. No, tan solo hemos
podido contactar con su socio, un tal Antonio Bermúdez, gracias a unas tarjetas
de visita de la empresa que había sobre la mesa de la oficina -respondió el policía-.
¿Le han dicho lo que ha ocurrido? -interrogó Noemí-. No -le volvió a contestar-,
simplemente le hemos indicado que ha habido un robo en su empresa y le hemos
pedido que venga lo antes posible, para hacerle unas preguntas.
Mientras
el juez ordenaba el levantamiento del cadáver, la inspectora se sentó en un
sillón observando cómo retiraban el cuerpo de la escena del crimen y esperando
que llegara el socio del difunto. La ambulancia se alejó del lugar al mismo
tiempo que llegaba el coche del otro propietario, el cual cuando entró en la
sala fue recibido por la inspectora, a la que se dirigió diciendo:
- ¿Ha llegado ya mi socio?, ¿me imagino que le
habrán avisado a él también, no?, ¿tienen alguna información sobre lo que ha pasado?
La
inspectora, ante las continuas preguntas, le respondió:

-
¿Puede decirme si falta algo de valor en la caja fuerte y si han observado últimamente
movimientos de personas ajenas a la empresa por esta zona?
Antonio
Bermúdez, tenía el rostro totalmente enrojecido por la noticia y entre balbuceos
pudo decir:
-
Por favor, encuentren a quien ha hecho tal salvajada golpeando hasta la muerte
a mi socio. No escatimaré en gastos para que encuentren al culpable.
-
No se apresure y guarde su dinero, le interrumpió la inspectora, el asesino no
será difícil de encontrar. Queda usted detenido por el asesinato de su socio.
Agente: léale sus derechos.
(recogido en actiludis.com)
¿Qué
detalle le hizo suponer a la inspectora Noemí que no tardarían mucho en dar con
el asesino y por qué mandó detener al socio del difunto?
Si
tras la lectura no has dado con la clave del misterio sigue estos consejos:
- Lee atentamente todo el texto.
- No des soluciones sin pensar si tiene lógica o no.
- No se trata de una adivinanza, si no de razonar con los datos del texto.
- Si no logras encontrar la solución mira atentamente el dibujo y vuelve a releerlo.
Si
aún no lo sabes contesta estas preguntas que te servirán de pista:
- ¿Cómo murió el socio de Antonio Bermúdez?
- ¿Llegó a ver el cadáver el socio o tuvo información antes de llegar a la empresa?
- ¿Cómo dijo el detenido que había ocurrido la muerte de su socio?
La respuesta es: ______________________________________________
- Analiza los verbos que aparezcan en el primer párrafo.
- ¿Hay algún gentilicio en la lectura? ¿Cuál?
- ¿De qué palabra deriva sillón? ¿Qué tipo de sufijo se le ha añadido?
- Lee la página 187 del libro de Lengua y realiza una descripción de la inspectora Noemí.
Demen las respuestas porfa
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